miércoles, 23 de julio de 2014

Santa Gertrudis, o, esto se pone interesante


nidos
Durante los días 7,8 y 9 de Julio fui invitado a participar con un grupo de investigadores del INECOL (instituto de ecología) en una prospección de un sitio llamado Santa Gertrudis, para basar futuros proyectos. Sobre mamíferos, anfibios y aves: allí fui yo, y esto es lo que yo vi.

Santa Gertrudis es una reserva ecológica privada sostenida por la fundación Hernández Ochoa. Si, tiene que ver con el ex gobernador del estado de Veracruz, porque él la promovió como tal en el año de 1982: desde entonces, la reserva tiene unas 925 hectáreas de Selva Mediana Subperenifolia, que algunos consideran como el sitio más norteño de este ecosistema en México.

Pasando la laguna de La Mancha, después de la Nucleoeléctrica de Laguna Verde, allá lejos de Palma Sola, entrando por el pueblito de Santander y subiendo un camino que han dañado los huracanes, pasamos potreros y nubes de mariposas y comenzamos a ver el bosque. Llegamos a las cabañas y a la casa de la familia Hernández Ochoa, que nos ha recibido amablemente. Y Bernardo Vega Hernández, que ha crecido aquí nos llevó por los caminos de la antigua hacienda que son ahora senderos entre la selva mediana.

Una vez que dejamos nuestras cosas, nos preparamos para dar el primer recorrido por un sendero que un día fue una carretera y llevaba desde la vieja hacienda a las poblaciones cercanas y aún hoy le sirve a la gente de ruta. Bernardo Vega es nuestro guía, él conoce bien estos caminos e indica por donde suelen atravesar distintos mamíferos, los arroyos para las ranas y mangales, donde al parecer llegan los Hocofaisanes (Crax rubra) cuando hay frutas. Pero por ahora no hay, lo que si hay son Trogones Cabecinegros (Trogon melanocephalus) cantando por todos lados, también cantan los Colorines Azules (Cyanocompsa parellina) un Chivirín Vientriblanco (Uropsila leucogastra) también aparece, y el olor a cedro impregna el aire.

Los árboles están cubiertos por Paxtle (Tillandsia sp.) que los vuelve viejos en su apariencia, por allí aparecen orquídeas y bromelias, y Bernardo nos señala un cerro que se ve a la distancia cubierto de bosque, es el Cerro Chichimecas. Desde el lugar donde estamos, se pueden apreciar varias cumbres cubiertas de monte, y de nubes: no sería bueno que nos agarre la lluvia aquí, así que después de una hora y media aproximadamente de camino regresamos a las cabañas, y ¿Qué creen? Nunca llovió.

Después de comer allí, los investigadores hablaron con doña Elvira Hernández, sobre lo que alguna vez se investigó y exploró dentro de Santa Gertrudis (y que por alguna razón se dejó de hacer) y sobre lo que se puede hacer de nuevo, con los mamíferos grandes y los hocofaisanes y las ranas y las poblaciones y las cyacadas milenarias y… realmente se puede hacer mucho.

Scaphidura oryzivora
Hay una colonia de oropéndolas allí afuera, en unas palmas que están rebosantes de nidos, un Tordo Gigante (Scaphidura oryzivora) está esperando su oportunidad para entrar y poner su propio huevo en algún nido descuidado, pero la vigilancia de la colonia lo impide: por allí está una Tucaneta Verde (Aulacorhynchus prasinus) y unas chachalacas pelean en los matorrales. La media tarde es sofocantemente calmada en sonidos y actividad, no hay nada más que calor y pequeños moscos que me están atacando brutalmente (mala idea dejar la camisa de manga larga) pero conforme baja el sol, los Tinamús (Crypturellus cinnamomeus) comienzan a cantar, y los tucanes como plátanos voladores pasan a través de los árboles, por allí hay un nido de Bolsero de Audubon (Icterus graduacauda) y por allá hay otro de Matracas (Campylorhynchus zonatus) y un par de Loros Cachetiamarillos (Amazona autumnalis) están allí arriba, en lo más alto de los árboles, platicando… platicando.

La noche pasa entre Buhos Cafés (Strix virgata) algunas especies de ranas, sapos realmente grandes, una serpiente, y alacranes sobre el techo, pero a la mañana siguiente salimos, guiados nuevamente por Bernardo hacia una parte de la reserva que le llaman Centenario, que tiene un poco, una probadita de bosque mesófilo: comenzamos a recorrer un sendero que sube y sube entre peñascos y los chivirines cantan por ambos lados, algo que parece un Picogrueso Cuellirrojo (Rhodotrhaupis celaeno) está cantando en algún punto sobre el dosel, pero nunca aparece.

Hay una pared de piedra por donde se asoman Cycadas (Dioon edule) y debajo el bosque se extiende y se extienden también los cantos de tres especies de trogones, Cabecinegro (Trogon melanocephalus) Violáceo (Trogon caligatus) y de Collar (Trogon collaris) cada cual a su ritmo y extendiéndose  van buscando quién los oiga.
sierra de Chiconquiaco
Ahora vamos por el borde de la reserva y podemos ver la sierra de Chiconquiaco al oeste, pero con potreros por donde sea y algunos cuantos, unos pocos cerros sin talar en la distancia. Dentro de la reserva, la vegetación ha cambiado y es más achaparrada y desordenada, Bernardo explica que hace algunos años, aquí hubo un incendio que arrasó toda esa parte, pero la vegetación se está regenerando: al seguir avanzando y subiendo hay árboles de pimienta y mango que se quedaron cuando algunas personas que vivían aquí se fueron; también se quedó un potrero que lentamente es invadido por los huizaches, y allí están los Carboneros (Baeolophus atricristatus) un ave que no habíamos visto aquí, también se escucha el Trepatroncos Pico de Marfil (Xiphorhynchus flavigaster) y el sendero sube y sube, y baja de pronto hacia una pequeña cañada con vegetación exuberante y un helecho arborescente perdido por ahí: hemos llegado al bosque mesófilo, y allí anda sobre las piedras el Chipe de Roca (Euthlypis lachrimosa) y el Fandanguero Colicuña (Campylopterus curvipennis) anda buscando de comer sobre las flores.
Allá había que llegar

Descansamos allí y es tiempo de regresar; en el camino de regreso,  en la última cresta que subimos antes de llegar a este lugar, allí suena el Picoplano Rabón (Platyrinchus cancrominus) un pequeño mosquero que se la pasa en el sotobosque y que no he visto, pero esta vez (como otras tantas) no se deja ver y continúo mi camino, sólo para llegar de nuevo a las cabañas (a ver la derrota de Brasil siete a cero a manos de Alemania) y ver que las tucanetas están activas en su nido, que es un hoyo en un árbol justo enfrente de la cabaña. La tarde vuelve a transcurrir entre mosquitos y el sol que se esconde y deja las cycadas viejísimas cubiertas de tonos rojizos, a la noche salgo con los investigadores que andan en busca de ranas y no hay muchas, sólo una Nauyaca (Bothrops asper) pasa justo enfrente de mí y desaparece a un lado del camino; pero no muchas ranas. Allá por la serranía se ve un punto de luz roja, allí arriba de los cerros, ha de ser un nahual.
una ranita de cuyo nombre no puedo quiero acordarme



La mañana del siguiente (y último) día bajamos hacia un lugar que se llama Arroyo de Caballos, que está en una de las partes más bajas de la reserva y es un acahual que se ha venido desarrollando con los años: bajamos el camino principal, el mismo por el que subimos hasta las cabañas, y luego nos desviamos en un pequeño sendero: en algún lado se oyen unos loros que están conversando perchados en un árbol, luego el árbol solitario donde están se hace visible; luego se acercan a mis ojos con los binoculares, y ¡zas! Allí está una especie esperadamente sorpresiva y en peligro de extinción: el Loro Tamaulipeco (Amazona viridigenalis) está frente a mí y después de unos momentos de contemplación, ese loro y su familia escondida en ese mismo árbol, salen volando hacia arriba, hacia los cerros recortados contra el azul clarito del amanecer, ¡que allí permanezcan, que no se pierdan!
Amazona viridigenalis

Caminamos siguiendo un sendero que de repente se perdía entre un arroyo y volvía a encontrarse del otro lado, hasta que finalmente desapareció por completo; los arroyos que vienen bajando de las partes altas son más transparentes aquí y tienen alguna cantidad de peces grandes y camarones y algunos otros seres que dependen de estos cauces, pero que no vimos.

Regresamos a las cabañas para recoger cosas, porque nos marchamos de Santa Gertrudis esa tarde. Y después de comer un pescado empapelado bastante sabroso, descansar un rato (es notorio lo bien que se pajarea desde una hamaca, aunque no se pueda dormir) y despedirnos de la familia Hernándes Ochoa que nos permitió venir a este puntito verde de bosque, lleno de tucanes y loros, y quien sabe, hasta de oportunidades.

enlace a la fundación Hernández Ochoa , que mantiene la reserva 

Este es el listado de las aves que vi/escuché en esos tres días

Thicket Tinamou (Crypturellus cinnamomeus)
Plain Chachalaca (Ortalis vetula)



Cattle Egret (Bubulcus ibis)
Black Vulture (Coragyps atratus)
Turkey Vulture (Cathartes aura)
Roadside Hawk (Rupornis magnirostris)
Red-billed Pigeon (Patagioenas flavirostris)
White-tipped Dove (Leptotila verreauxi)
Gray-headed Dove (Leptotila plumbeiceps)
Leptotila sp. (Leptotila sp.)
Squirrel Cuckoo (Piaya cayana)
Ferruginous Pygmy-Owl (Glaucidium brasilianum)



Mottled Owl (Ciccaba virgata)
Stripe-throated Hermit (Phaethornis striigularis)
Wedge-tailed Sabrewing (Campylopterus curvipennis)
White-bellied Emerald (Amazilia candida)
Rufous-tailed Hummingbird (Amazilia tzacatl)




hummingbird sp. (Trochilidae sp.)
Black-headed Trogon (Trogon melanocephalus)
Gartered Trogon (Trogon caligatus)
Elegant Trogon (Trogon elegans)
Mountain Trogon (Trogon mexicanus)
Collared Trogon (Trogon collaris)
Blue-crowned Motmot (Momotus coeruliceps)
Ringed Kingfisher (Megaceryle torquata)
Emerald Toucanet (Aulacorhynchus prasinus)




Keel-billed Toucan (Ramphastos sulfuratus)




Golden-fronted Woodpecker (Melanerpes aurifrons)
Ladder-backed Woodpecker (Picoides scalaris)
Collared Forest-Falcon (Micrastur semitorquatus)
Laughing Falcon (Herpetotheres cachinnans)
Red-crowned Parrot (Amazona viridigenalis)



Red-lored Parrot (Amazona autumnalis)



Ivory-billed Woodcreeper (Xiphorhynchus flavigaster)
Yellow-olive Flycatcher (Tolmomyias sulphurescens)
Stub-tailed Spadebill (Platyrinchus cancrominus)
Dusky-capped Flycatcher (Myiarchus tuberculifer)
Great Kiskadee (Pitangus sulphuratus)
Boat-billed Flycatcher (Megarynchus pitangua)
Social Flycatcher (Myiozetetes similis)
Sulphur-bellied Flycatcher (Myiodynastes luteiventris)
Masked Tityra (Tityra semifasciata)
Lesser Greenlet (Hylophilus decurtatus)
Brown Jay (Psilorhinus morio)
Green Jay (Cyanocorax yncas)
Black-crested Titmouse (Baeolophus atricristatus)




Band-backed Wren (Campylorhynchus zonatus)
Spot-breasted Wren (Pheugopedius maculipectus)
White-bellied Wren (Uropsila leucogastra)
White-breasted Wood-Wren (Henicorhina leucosticta)
Clay-colored Thrush (Turdus grayi)
Tropical Parula (Setophaga pitiayumi)
Fan-tailed Warbler (Basileuterus lachrymosus)




Golden-browed Warbler (Basileuterus belli)
Golden-crowned Warbler (Basileuterus culicivorus)
Yellow-winged Tanager (Thraupis abbas)
Red-legged Honeycreeper (Cyanerpes cyaneus)
Yellow-faced Grassquit (Tiaris olivaceus)
Black-headed Saltator (Saltator atriceps)
Olive Sparrow (Arremonops rufivirgatus)
Red-throated Ant-Tanager (Habia fuscicauda)
Crimson-collared Grosbeak (Rhodothraupis celaeno)
Northern Cardinal (Cardinalis cardinalis)
Blue Bunting (Cyanocompsa parellina)
Great-tailed Grackle (Quiscalus mexicanus)
Giant Cowbird (Molothrus oryzivorus)



Audubon's Oriole (Icterus graduacauda)



Altamira Oriole (Icterus gularis)
Yellow-billed Cacique (Amblycercus holosericeus)
Montezuma Oropendola (Psarocolius montezuma)



Scrub Euphonia (Euphonia affinis)
Yellow-throated Euphonia (Euphonia hirundinacea)





4 comentarios:

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  2. ¡Qué bonito ! y muy bien narrado ya estoy haciendo planes para visitar el lugar, todo empezó con la recomendación de Manuel Muguía en leer el libro Rafael Hernandez Ochoa Gobernador por Naturaleza el cual empecé y recomiendo ampliamente. Felicidades por su actividad de "pajarero" como ud., dice :)

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  3. Cuando lleve gusto de visitarnos y observar aves que circundan mi casa en los Llanos del Chico, Mpio. de E. Zapata hay unos que me gustaría saber su nombre y tener fotos.

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  4. Me apunto y gracias por tan amplia e interesante explicación.

    Saludos a todos,
    Rosario

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