martes, 4 de agosto de 2015

Los secretos de La Cañada Oaxaqueña y el retorno al semidesierto

Vuela vuela vuela
Vuelve, te lo pido
A pintar con tus colores
Mi cielo descolorido

La reserva de la biósfera Tehuacán-Cuicatlán atraviesa los estados de Puebla y Oaxaca, en ella podemos encontrar  matorrales semidesérticos, selva baja caducifolia y bosques de pino y encino, y entre todos estos tipos de vegetación también podemos ver guacamayas, en un sitio muy especial de la cañada oaxaqueña.

El COAX (Club de Observadores de Aves de Xalapa) ha ido varias veces a observar las Guacamayas Verdes (Ara militaris) pero hace algunos años que no habíamos ido, pero este 31 de julio y 1 y 2 de agosto la desquitamos y fuimos a verlas, claro, con una parada estratégica en el Jardín Botánico Helia Bravo Hollis en Zapotitlán Salinas, Puebla.

Neobuxbaumiotototota, y nuestro guía
Salimos seis personas desde Xalapa (y otras tres nos alcanzarían desde la Ciudad de México) con rumbo hacia Zapotitlán Salinas y su jardín botánico, nombrado en honor a la investigadora Helia Bravo Hollis que trabajó muchos años con las cactáceas de México, y este jardín está repleto de ellas, desde los enormes Tetechos y Viejitos (Neobuxbaumia tetetzo y Cephalocereus columna-trajani) hasta las pequeñas pero no menos bonitas Mamillarias, pasando por las Biznagas (Ferocactus, Echinocactus) y Garambullos  (Myrtillocactus) y en este hábitat lleno de espinas y plantas caducifolias se han adaptado diversas especies de aves muy interesantes.

Llegamos al Jardín Botánico de Zapotitlán como a las 2 de la tarde, hacía mucho calor para nosotros [y para las aves] así que nos dirigimos a las cabañas donde dormiremos esa noche: conforme baja el sol aparecen las Matracas (Campylorhynchus jocosus) enfrente de la cabaña: también un Aguililla Aura (Buteo albonotatus) pasa volando y los Zopilotes Aura (Cathartes aura) y Negro (Coragyps atratus) andan planeando muy arriba de nosotros, una vez que el sol ha bajado lo suficiente vamos a la entrada del jardín a encontrarnos con nuestro guía, Maurino Reyes, que es un guía comunitario en el Jardín Botánico y tiene bastante conocimiento de las plantas y animales de la región, así como sus usos tradicionales y sus nombres: de tal modo que las Matracas no son matracas, sino Pishishe, los Cuitlacoches, Cuicuite, los Picogordos amarillos, Bionchi, el Trogón Elegante es Coxicoa y los Pájaros Carpinteros son Tambos [De momento y  mientras estemos en Zapotitlán, los llamaré así, por su nombre en lengua Popoloca]

el valle de Zapotitlán
Coragyps atratus
Caminamos en el jardín, por entre los sotolines (Beaucarnea gracilis) y encontramos un Colmenero (Myiarchus tyrannulus) a un lado del camino, también se hacen presentes en grandes cantidades los Tambos, así le dicen aquí a los carpinteros, porque tamborilean (Melanerpes hypopolius) y el Gorrión Embridado (Peucaea mystacalis) los Cuicuites (Toxostoma curvirostre) andan por el suelo buscando comida y enfrente de nosotros hay un Sotolín enorme, probablemente de 900 años, tal vez el más grande la reserva: es una cosa notoria y digna de verse, pero hay más aves, y pasa volando un Caracara (Caracara cheriway) y los Zopilotes negros llegan a su dormidero en grandes cantidades, nos acercamos un poco para verlos y allí están al menos cien zopilotes parados cada uno en su cactus preferencial, listos para pasar la noche, porque el sol ya se está ocultando, pero todavía alcanzamos a ver un Halcón Peregrino (Falco peregrinus) y unas Perlitas de Ceja Blanca (Polioptila albiloris). Ya cuando anochece por completo el Mochuelo Duende (Micrathene witheyi) canta entre los cactus, pero no lo podemos ni ver.

Melanerpes hypopolius
A la mañana siguiente yo me despierto muy temprano para ver si puedo cachar algún búho: hay una pareja de Buhos Cornudos (Bubo virginianus) que está llamando relativamente cerca, pero tampoco se dejan ver. Con los primeros rayos del sol comienzan a llamar los Cuicuites y los Tambos: regreso apresuradamente por mi café de olla y pan dulce para comenzar a pajarear, veo un Capulinero Negro (Phainopepla nitens) perchado muy lejos y ya con el grupo vemos y escuchamos otra especie de Tambo (Colaptes auratus) y un poco más lejos al Cenzontle (Mimus polyglottos) y muchas, muchísimas Palomas Tehuacaneras (Zenaida asiatica) y de repente una Coxicoa (Trogon elegans) parada en un matorral, pocos la pueden ver pero allí estaba.

Llegamos al lecho del río Zapotitlán y allí andan revoloteando las Golondrinas Tijeretas (Hirundo rustica) también están los Chivirines, de Cañón (Catherpes mexicanus) y Roquero (Salpinctes obsoletus) y los Mosqueros, Cardenalito (Pyrocephalus rubinus) y Negro (Sayornis nigricans) andan buscando insectos voladores cerca del pequeño cauce del río, luego tomamos el camino de regreso que pasa por una zona más arbolada [y llena de mosquitos] y allí puedo ver fugazmente un Momoto (Momotus mexicanus) que se desliza entre los árboles y que no vuelvo a encontrar, aunque lo busco.
Ya es un poco tarde y van llegando nuestros compañeros que vienen del Defe [alias: Ciudad de México] pero antes de que lleguen todavía puedo ver a un Alcaudón Verdugo (Lanius ludovicianus) y una vez que han llegado buscamos algunas aves, pero ya es tarde, hace calor, hace hambre y tenemos que llegar a Santa María Tecomavaca para ver Guacamayas, así que empacamos las cosas y vamos a comer a un recomendable restaurante en Zapotitlán donde sirven comida tradicional, insectos e inflorescencias de cactus, un buen aporte energético para la caminata que nos aguarda.

El cañón del Sabino
Después de 3 horas y varios kilómetros en carretera, llegamos al pueblo de Santa María Tecomavaca, en los terrenos comunales de este lugar existe un cañón cortado por el río Sabino, y en las paredes del cañón habitan las guacamayas, aproximadamente unas cien viven allí y son cuidadas y muy queridas por los pobladores de Tecomavaca.

En la base del cañón hay dos cabañas, donde pasamos la noche, pero, antes de pensar en descansar hay que subir a ver a las guacas, así que dejamos las cosas y subimos: aquí estamos en un hábitat distinto al de Zapotitlán; es Selva Baja Caducifolia, es ligeramente más húmedo y hay árboles de distintas clases coexistiendo con grandes cactáceas columnares, y también hay distintas aves.

Comenzamos a subir guíados por Rafael, un guía comunitario que nos va explicando un poco acerca de las guacamayas y lo que hace la gente para cuidarlas: la gente de la región había sabido desde hace mucho tiempo que estas aves estaban allí, en la barranca, pero para los ornitólogos, esa población había pasado desapercibida hasta hace relativamente poco tiempo, incluso después de que la zona se decretara parte de la reserva de la biósfera Tehuacán-Cuicatlán nadie supo que había guacamayas allí hasta hace unos diez años, pero desde entonces sabemos que una población saludable de Guacamayas Verdes se encuentra en esta zona del estado de Oaxaca.

La subida al borde del cañón donde se ven las guacamayas es un poco exigente, pero aún así se puede pajarear, escucho y veo a un Copetoncito (Vireo hypochryseus) como le llaman aquí, también unos Cacalotes (Corvus corax) pasan volando: es interesante que la palabra Cacalote viene de Cacalotl, que es la palabra náhuatl para Cuervo, siendo que es una zona donde los grupos indígenas principales son los Mixes y Mazatecos, es parte del pasado de conquistas de los Mexicas, finalmente: hay historia hasta en los pájaros.
Plumeria o Cacalosúchil

Llegamos hasta la parte de arriba del cañón, y los más cansados se quedan en el primer mirador para ver a las guacamayas volando, mientras que algunos que todavía aguantamos, seguimos caminando para verlas desde otro punto de vista. Finalmente, se abre frente a nosotros el Cañón del Sabino (o Cañón Alas Verdes, como también es llamado). Piedra cortada por el agua en cientos de miles de años, y sobre las paredes de piedra, algunas plantas de Cacalosúchil (Plumeria sp.) Agaves y Bromelias han ido creciendo, a lo lejos el trazo de la piedra dirige los ojos a las montañas más distantes, donde hay bosque de pino y encino [y donde está Huautla de Jiménez: algunos comprenderán la referencia] y la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán se destiende ante mis pies, y el monte mismo parece regalarnos sus joyas con plumas: desde lejos se vienen oyendo y sus colores que reflejan la luz del atardecer contrastan con la piedra del cañón que ya está en sombras, esas son las guacamayas verdes, las que venimos a ver.


Vemos unas veinticinco guacamayas, viajando como siempre, en parejas, algunas perchan en las ramas junto al cañón y otras se pierden en las oquedades de las paredes, donde tienen sus nidos, pero en vuelo ellas despliegan todo su colorido, azul y rojo en la cola, azul y verde en las alas y una manchita roja en la frente, más allá de su colorido y su escándalo, son aves muy interesantes porque tienen una estructura social compleja [con relaciones de parentesco entre tios, sobrinos, hermanos, y hasta el vecino chismoso] y pueden dispersarse muchos kilómetros desde su sitio de anidación, en fin, son seres de lo más curiosos.

Los cerros frente al cañón: hasta allí se desplazan las guacamayas

Bajamos del cañón y mientras bajamos anochece, y mientras anochece el guía me cuenta las historias de los chaneques que pierden a la gente en el monte, hay que estar atentos, no vaya a ser que no lleguemos a las cabañas… pero afortunadamente no nos pierden los chaneques y llegamos abajo cuando ya está oscuro, allí cenamos y nos acompaña un zorro gris (Urocyon cinereoargenteus) que está acostumbrado a la presencia humana.

El cañón con las primeras luces

A la mañana siguiente algunos vuelven a subir para ver la salida de las guacamayas con el amanecer, otros están muy cansados para pararse temprano, y yo, yo quiero encontrar búhos y tapacaminos porque no he tenido ningún lifer en este viaje, así que a la misma hora que salen los que van a ver guacamayas al borde de la barranca yo tomo el camino principal y bajo buscando algún tapacamino o búho que se deje ver, pero nada, no hay éxito, parece que en este viaje me quedé sin lifers, ni modo, hay que seguir pajareando una vez que comienza a salir el sol: los Momotos cantan sorpresivamente por todos lados, también se hacen presentes los Colorines Morados (Passerina versicolor) y escucho mi primer ave migratoria de la temporada, un Empidonax que no me atrevo a identificar: aparte de ellos hay bastantes Perlitas Ceja Blanca, Chipes de Gorra Rufa (Basileuterus rufifrons) y los Trogones [antes nombrados Coxicoa en este blog, pero ya no estamos en zona popoloca, así que regresamos a los nombres más conocidos] (Trogon elegans) cantan a todo lo que da y algunos aparecen cerca del camino, hay un macho que canta cerca y otros más en la distancia, y más o menos por ese momento me encuentro con las compañeras que ya no quisieron subir de nuevo a la parte alta de la barranca y que decidieron salir a pajarear un poco, pero incluso desde allí abajo podemos ver y escuchar a las guacamayas, unas cincuenta que salen de la barranca iluminada por los rayos del sol y se dirigen a sus sitios de alimentación en los cerros cercanos.
Trogon elegans

Conforme caminamos de regreso hacia las cabañas el calor se va haciendo más intenso y requerimos sombra: y también los pájaros la buscan, así que cerca del lecho del río podemos encontrar a un Cuco Ardilla (Piaya Cayana) al Mosquero Vientre Amarillo (Myiodynastes luteiventris) y al migratorio Chipe Arroyero (Parkesia motacilla) además de un juvenil de Aguililla Cola Roja (Buteo jamaicensis) que anda buscando a sus padres en las paredes del cañón, también hay por allí un Momoto que se refugia en la sombra de los árboles, pero ya no hay mucho más.

Finalmente los compañeros que habían subido a ver las guacamayas regresan satisfechos (y asoleados) listos para comer unas buenas gorditas con queso y necesario café: mientras tomamos nuestra última comida allí, Rafael, el guía nos explica que la región de la Cañada Oaxaqueña no ha sido muy promocionada turísticamente, que la gente no sabe ni que hay allí, y que por lo tanto no llegan recursos del gobierno para fomentar el turismo como se hace, por ejemplo con las zonas costeras del estado. Sin embargo los esfuerzos de la gente de las comunidades por dar a conocer la zona y lo que encierra continúan, para que no se pierdan ni las historias ni las aves de las zonas semidesérticas de México.



aquí la lista de las especies vistas y escuchadas en los dos sitios

1             West Mexican Chachalaca - Ortalis poliocephala
2             Black Vulture - Coragyps atratus

3             Turkey Vulture - Cathartes aura
4             Zone-tailed Hawk - Buteo albonotatus
5             Red-tailed Hawk - Buteo jamaicensis

6             Inca Dove - Columbina inca
7             Common Ground-Dove - Columbina passerina
8             Ruddy Ground-Dove - Columbina talpacoti
9             White-tipped Dove - Leptotila verreauxi
10           White-winged Dove - Zenaida asiatica

11           Mourning Dove - Zenaida macroura
12           Squirrel Cuckoo - Piaya cayana
13           Great Horned Owl - Bubo virginianus
14           Elf Owl - Micrathene whitneyi
15           Ferruginous Pygmy-Owl - Glaucidium brasilianum
16           Black Swift - Cypseloides niger
17           Elegant Trogon - Trogon elegans

18           Russet-crowned Motmot - Momotus mexicanus
19           Gray-breasted Woodpecker - Melanerpes hypopolius

20           Ladder-backed Woodpecker - Picoides scalaris
21           Northern Flicker - Colaptes auratus

22           Military Macaw - Ara militaris

23           Northern Beardless-Tyrannulet - Camptostoma imberbe
24           Black Phoebe - Sayornis nigricans
25           Vermilion Flycatcher - Pyrocephalus rubinus
26           Alder Flycatcher - Empidonax alnorum
27           Dusky-capped Flycatcher - Myiarchus tuberculifer
28           Brown-crested Flycatcher - Myiarchus tyrannulus
29           Social Flycatcher - Myiozetetes similis
30           Sulphur-bellied Flycatcher - Myiodynastes luteiventris
31           Golden Vireo - Vireo hypochryseus
32           Common Raven - Corvus corax
33           Loggerhead Shrike - Lanius ludovicianus
34           Northern Rough-winged Swallow - Stelgidopteryx serripennis
35           Barn Swallow - Hirundo rustica
36           Rock Wren - Salpinctes obsoletus

37           Canyon Wren - Catherpes mexicanus
38           Boucard's Wren - Campylorhynchus jocosus

39           White-lored Gnatcatcher - Polioptila albiloris

40           Clay-colored Thrush - Turdus grayi
41           Rufous-backed Robin - Turdus rufopalliatus

42           Curve-billed Thrasher - Toxostoma curvirostre
43           Phainopepla - Phainopepla nitens

44           Louisiana Waterthrush - Parkesia motacilla
45           Rufous-capped Warbler - Basileuterus rufifrons
46           Bridled Sparrow - Peucaea mystacalis

47           Varied Bunting - Passerina versicolor

48           Streak-backed Oriole - Icterus pustulatus
49           House Finch - Haemorhous mexicanus
50           Lesser Goldfinch - Spinus psaltria

Creo que es un Myrtillocactus

Los cerros de Zapotitlán, con sus cactus columnares en la base
un bonito visitante nocturno
un visitante nocturno mas bonito aún

Los participantes de la salida, de Izquierda a derecha, John, Jane, yo merito, Alyson, Lorenia y Paulette [los del D.F Fransico, Carlos y Rosario llegaron al otro día y no tengo fotos de ellos]

lunes, 20 de julio de 2015

Los endémicos de Oaxaca, pajareando en tierras Zapotecas


El estado de Oaxaca es probablemente uno de los estados con más especies de aves en México; tiene una gran diversidad de ecosistemas que van desde la selva tropical, pasando por el matorral xerófilo hasta los bosques de pino a grandes alturas, y es en todos estos lugares donde habitan distintas y muy variadas especies de aves, muchas de ellas endémicas de México.

Llegué a los valles centrales de Oaxaca del 13 al 17 de Julio buscando aves, en especial a la Matraca Serrana (Campylorhynchus megalopterus) que me resulta muy interesante para estudiarla en algún momento de mi carrera (esperemos…) y llegué como puede llegar un pajarero que también está estudiando la carrera de biología: apoyando (o tratando de apoyar) en alguna investigación.
Vireo plumbeus
En este caso llegué desde Xalapa con Fernando González García, investigador del INECOL que trabaja en general con bioacústica y cantos de aves.  Después de 5 horas de camino llegamos a la ciudad de Oaxaca, o más específicamente al pueblo de San Agustín Etla que está cerca de la Capital, allí esperamos a que el sol bajara para salir a grabar sonidos de aves. Recorrimos un sendero que entra en una cañada cubierta de matorrales, encontramos algunos Rascadores Oaxaqueños (Pipilo albicollis) muchísimos Semilleros de Collar (Sporophila torqueola) y escuchamos claramente un Clarín Jilguero (Myiadestes occidentalis) cosa rara para mí, que estoy acostumbrado a encontrarlos en bosque de niebla y no en matorrales secos, finalmente podemos ver un Vireo Plomizo (Vireo plumbeus) que está emitiendo su llamado de alarma bastante cerca de nosotros: lleva alimento en el pico, tal vez había un nido cerca, pero  no lo pudimos ver, pero sus llamados quedaron perfectamente grabados.

Al otro día salí rumbo a Monte Albán tratando de encontrar algunas especialidades del sitio, pero para cuando llegué ya era un poco tarde y había bastante gente. Aunque los basamentos zapotecas son bastante interesantes, me decidí a buscar un camino sin tanta gente hasta el fondo del sitio, y a un lado de la Plataforma Sur encontré un camino poco frecuentado, en un árbol estaba parado un Mosquero del Balsas (Xenotriccus mexicanus) y al seguir caminando, en las ramas secas y sobresalientes de los árboles estaba el Pibí Occidental (Contopus sordidulus) el Luis Gregario (Myiozetetes similis) un poco más escondida la Elania Verdosa (Myiopagis viridicata) y andaba llamando por allí el Mosquerito Lampiño (Camptostoma imberbe) y cantaba también el Mulato Azul (Melanotis caerulescens) y de repente pasó una bola de plumas amarillas que en otras temporadas podría confundirse con alguna especie migratoria, pero ahora, sólo podría ser una cosa. El ave misteriosa se quedó en los arbustos junto al camino, y después de platicar un rato con ella, logré que se asomara; en efecto, tal y como había supuesto, era un Vireo Dorado (Vireo hypochryseus) una especie endémica de México y muy bonita con un amarillo canario en todo su cuerpo.
Vireo hypochryseus, escondido

Seguí avanzando por el sendero, que comenzaba a descender ligeramente y otra ave se cruzó en mi camino, era de color gris y parecía otra especie de Vireo, así que me puse a platicar con él un rato, y eventualmente salió, era un ave muy poco convencional, con una mezcla de colores un tanto extraña; predominaba un gris pizarroso, pero las alas y la corona eran de un color amarillo brillante, y el vientre y la garganta eran blancas: ese era un Vireo Pizarroso (Vireo brevipennis) otra especie endémica de México y muy distinta de todas las otras especies de vireos, al menos en cuanto a coloración.
Vireo brevipennis

Conforme avanzó el día pude encontrar varios Vireos Pizarrosos en distintos lugares de Monte Albán, varios de ellos cantando, además pude escuchar a Cuitlacoche muy especial, el cual, aunque busque, no pude encontrar, porque ya era tarde, estaban cerrando la zona arqueológica y como pude salí de allí, llegué a la ciudad de Oaxaca y de allí regrese a San Agustín Etla.

Pero el Vireo estaba cantando y era una buena oportunidad para grabarlo así que al otro día regresamos temprano, antes de que abrieran la zona arqueológica y buscamos los sonidos, por allí andaba cantando una Tortola Común (Columbina passerina), el Mosquero del Balsas, varios Jilgueros Dominicos (Spinus psaltria) y algunas otras especies, pero llegamos a donde había escuchado el Vireo el día anterior y allí estaba cantando: como en ese momento no había casi gente en el sitio, pudimos grabarlo, más adelante un Chivirín de Cañón (Catherpes mexicanus) se trepaba por el sitio que un día ocuparon los señores Zapotecas de Monte Albán, los Mirlos Primavera (Turdus migratorus) se movían por el pasto y había en general buena actividad de aves, después de un rato, seguí pajareando por mi cuenta el mismo sendero; el camino seguía y bajaba hasta una zona con matorrales más bajos, un Zorro Gris (Urocyon cinereoargenteus) y un Conejo se me cruzaron en el camino, había varios colibríes volando por allí, pude ver al Colibrí Berilo (Amazilia beryllina) y al Colibrí Sórdido (Cynanthus sordidus) y luego escuché al Cuitlacoche Ocelado (Toxostoma ocellatum) cantar en algún punto a la izquierda del camino. Como muchos Cuitlacoches, esta especie usualmente se mantiene en las zonas densas de la vegetación, y es difícil de ver, pero cuando canta utiliza perchas expuestas, así que me puse a buscar desde donde cantaba: después de buscarlo un rato, apareció, un punto café cantando sobre un pequeño arbusto, ese era el Cuitlacoche Ocelado, otra ave endémica de México y muy bonita (aqui puedes escuchar el canto del Cuitlacoche).
Toxostoma ocellatum

Regresé temprano, y como a eso de las tres ya estaba en la ciudad de nuevo, allí en Monte Albán se me escapó otro Vireo que anduve buscando y nunca se apareció. Lo que inesperadamente encontré fue un Tordo Cabeza Café (Molothrus ater) un ave relativamente común en el centro de México, pero para un pajarero de las zonas templadas es algo difícil verla, pero finalmente allí está.

Ese día ya en la tarde vemos el triste empate de la selección Mexicana contra Trinidad y Tobago, un poco desalentador, pero sea como sea, a la mañana siguiente salimos a grabar sonidos a un matorral donde predominan los encinos (Quercus sp.) y que tal vez sea bueno para hallar al Vireo Enano (Vireo nelsoni) pero primero nos encontramos con un grupo de las endémicas Matracas del Balsas (Campylorhynchus jocosus) que andan haciendo su escándalo junto al camino, unas Charas Pecho Gris (Aphelocoma californica) pasan volando y se pierden dentro de la cañada. Más adelante, en una rama desnuda de un encino se encuentra un Gorrión Oaxaqueño (Aimophila notosticta) cantando, mientras otro individuo de esta especie endémica le responde más lejos. También cantan las también endémicas Chachalacas Mexicanas (Ortalis poliocephala) en tres distintos grupos que se comunican entre sí.

El bosque de encinos y debajo el valle de Oaxaca


Luego se escucha una codorniz cantando desde el fondo del cañón: es la Codorniz Colilarga (Dendrortyx macroura) endémica de México y pariente cercano de mi especie de ave favorita, pero es una especie difícil de ver y está cantando muy lejos como para intentar verla.(aquí puedes escuchar el canto de la Codorniz)
Geococcyx velox
Seguimos caminando y de repente, sale un ave de cola muy larga que va caminando a la orilla del camino y se mete en los arbustos, eventualmente sale un poco y puedo ver el pico largo, una mancha ocular azul y el plumaje café con tintes de verde cobrizo: es un Correcaminos Menor (Geococcyx velox) una especie de ave que ha sido considerada por los pueblos indígenas de México como un signo nefasto, asociado a la mala suerte y a la hechicería, cosa que puede estar relacionada con su canto triste y lastimero, casi sobrenatural. Lo anterior lo pudimos comprobar más adelante cuando un sonido grave y poco común nos sorprendió, en efecto, era el correcaminos, llevando a cuestas la brujería que las historias le achacan.

Algunas horas más tarde, se desploma el cielo con rayos y truenos y después de la empapada puedo ver algunas aves que llegan al patio de la casa donde me quedo: el Jilguero Cabecinegro (Spinus notatus) el Cuitlacoche Pico Curvo (Toxostoma curvirostre) y varias otras especies que son comunes  aquí. También pasa volando un Milano Cola Blanca (Elanus leucurus) que se queda suspendido en el aire buscando su comida.

Al día siguiente nos levantamos muy temprano, porque vamos a reunirnos con un investigador del CIIDIR (Centro Inderdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional) Roberto Sosa, Bill, Tom y David; otros observadores de aves de la región de Oaxaca para subir a los bosques de pino de la reserva comunitaria San Pablo Etla, a casi tres mil metros de altura, allí está una subespecie bastante interesante del Chivirín Saltapared (Troglodytes aedon bruneicollis) que es sujeto de una investigación: para esto hay que encontrar a los machos cuando están cantando en sus territorios, y ellos hacen eso principalmente al amanecer, así que hay que estar allí arriba lo suficientemente temprano para escucharlos.

el bosque de pino encino, allí hace frío

Así pues, entramos a la reserva comunitaria cuando todavía no ha salido el sol y llegamos al bosque de pinos un poco antes de que amanezca, y las primeras aves que pude escuchar fueron las Matracas Serranas (Campylorhynchus megalopterus) el ave que vine a buscar, y que aunque ya he visto antes en Veracruz, me parece una especie muy interesante.  También cantan los Chivirines y hay que buscar sus territorios, el sitio donde nos encontramos es algo parecido a una meseta, o un sitio plano en medio de la serranía: allí podemos encontrar a las aves con un poco más de facilidad que en las laderas inclinadas, así que caminamos y fuimos ubicando donde estaban los chivirines, aparte salieron los Rascadores de Collar (Pipilo ocai) y los Atlapetes Gorjicastaño (Buarremon brunneinucha) y Gorrirufo (Atlapetes pileatus). También íbamos encontrando a cada tanto a los Chivirines y marcando su posición, por un lado cantó de nuevo la Codorniz Colilarga y por otro lado andaban los Zorzalitos (Catharus frantzii y Catharus occidentalis) y luego escuchamos de nuevo a las Matracas: parecía que andaban por una zona donde el terreno comienza a ser escarpado de nuevo, pero yo me adelanté porque me interesaba verlas de cerca asi que me metí  entre los pinos; debajo de mí una capa de innumerables acículas de pino se hundían mientras me acercaba a las matracas guiado por su sonido, y de pronto, ellas mismas llegaron, pude contar unos quince individuos pero tal vez había más, entre adultos y juveniles iban buscando comida, hurgando entre las bromelias y las hojas de los árboles, siempre comunicándose con llamados poco melodiosos.
Campylorhynchus megalopterus
Luego escuché otro llamado que mucho tiempo me había preparado para escuchar, de una especie que se asocia con estas matracas probablemente en busca de comida, una especie endémica y amenazada, así que me dirigí hacia donde había escuchado ese llamado parecido a un chirrido de una puerta oxidada, luego, vi un ave de color oscuro salir volando de un pino para percharse en un encino bajo casi enfrente de mí, y allí estaba la Chara Enana (Cyanolyca nana) una especie de córvido bastante pequeña e interesante, se supone que también está en los bosques de pino de Veracruz, pero nunca lo había visto antes y ahora tenía dos de estas aves enfrente mostrando su garganta blanca y su color azul en todo el cuerpo: definitivamente una especie genial. Regresé con el grupo y regresamos al sitio donde estaban las charas; eventualmente todos las pudieron ver bastante bien y comentaban que es la primera vez que registran esa especie para ese lugar en específico así que parece que fue un buen hallazgo.
Cyanolyca nana

Conforme va subiendo el sol, los chivirines comienzan a moverse y ya no es tan fácil encontrarlos, así que dedicamos la mañana a buscar otras aves, me dijeron que aquí se puede ver el trepatroncos gigante (Xiphocolaptes promeropirhynchus) pero el buen pájaro decidió no aparecerse, eso sí, apareció el Atlapetes Nuquiblanco (Atlapetes albinucha) el Zumbador Mexicano (Atthis heloisa) el Mirlo Negro (Turdus infuscatus) y varias otras especies interesantes de tierras altas que estoy acostumbrado a ver en sitios muy escarpados llenos de pinos y humedad, y me voy dando cuenta que encontrar un sitio como este será un poco difícil cerca de la zona donde vivo: casi todos los sitios accesibles y relativamente llanos cubiertos de pinos una vez, ahora han dado paso a potreros.

Conforme avanza el día, las nubes comienzan a cerrarse y a condensarse, parece que va a llover, y Roberto, Bill, David y Tom tienen que bajar, pero Fernando y yo nos quedamos para ver si podemos encontrar de nuevo a las charas enanas y grabarlas, pero solo conseguimos a las matracas de nuevo, pero, en la vegetación al lado del camino comienzan a llamar las codornices, están muy cerca y son dos individuos al menos: es de sobra conocido por mí que es un poco difícil de ver a este tipo de aves, pero ahí voy de terco a intentar verlas: la codorniz más cercana está tal vez a unos cinco metros de mí, pero muy escondida, puedo escucharla bastante bien, pero no verla, hasta que en un acto casi providencial el pequeño sujeto a volverse mole oaxaqueño (en algún tiempo se las comía la gente) salió por unos tres segundos a un tronco caído, tres segundos que me sirvieron para darme cuenta que el Chivizcoyo es bastante difícil de ver a comparación de sus primos Dendrortyx macroura.

Finalmente bajamos de la reserva porque amenaza con llover, y en efecto, más tarde se suelta un enorme aguacero, pero mientras tomo camino para regresar a mis tierras veracruzanas  todavía por allí sale el arcoíris, un recuerdo de los bosques de pino, los matorrales y las endémicas aves de las tierras zapotecas.

esta es la lista de las especies que pude observar durante el viaje, las marcadas en negritas son especies endémicas de México

1 West Mexican Chachalaca - Ortalis poliocephala
2 Long-tailed Wood-Partridge - Dendrortyx macroura
3 Black Vulture - Coragyps atratus

4 Turkey Vulture - Cathartes aura
5 White-tailed Kite - Elanus leucurus
6 White-tailed Hawk - Geranoaetus albicaudatus
7 Short-tailed Hawk - Buteo brachyurus
8 Zone-tailed Hawk - Buteo albonotatus
9 Red-tailed Hawk - Buteo jamaicensis
10 Band-tailed Pigeon - Patagioenas fasciata
11 Inca Dove - Columbina inca
12 Common Ground-Dove - Columbina passerina
13 White-tipped Dove - Leptotila verreauxi
14 White-winged Dove - Zenaida asiatica
15 Mourning Dove - Zenaida macroura
16 Lesser Roadrunner - Geococcyx velox




17 Groove-billed Ani - Crotophaga sulcirostris
18 White-throated Swift - Aeronautes saxatalis
19 Magnificent Hummingbird - Eugenes fulgens
20 Plain-capped Starthroat - Heliomaster constantii
21 Blue-throated Hummingbird - Lampornis clemenciae
22 Bumblebee Hummingbird - Atthis heloisa
23 Dusky Hummingbird - Cynanthus sordidus

24 Berylline Hummingbird - Amazilia beryllina
25 White-eared Hummingbird - Hylocharis leucotis
26 Mountain Trogon - Trogon mexicanus
27 Gray-breasted Woodpecker - Melanerpes hypopolius
28 Ladder-backed Woodpecker - Picoides scalaris




29 Hairy Woodpecker - Picoides villosus
30 Northern Beardless-Tyrannulet - Camptostoma imberbe
31 Greenish Elaenia - Myiopagis viridicata
32 Pileated Flycatcher - Xenotriccus mexicanus
33 Tufted Flycatcher - Mitrephanes phaeocercus
34 Western Wood-Pewee - Contopus sordidulus
35 Pine Flycatcher - Empidonax affinis



36 Cordilleran Flycatcher - Empidonax occidentalis



37 Vermilion Flycatcher - Pyrocephalus rubinus



38 Dusky-capped Flycatcher - Myiarchus tuberculifer
39 Great Kiskadee - Pitangus sulphuratus
40 Social Flycatcher - Myiozetetes similis
41 Tropical Kingbird - Tyrannus melancholicus
42 Cassin’s Kingbird - Tyrannus vociferans
43 Rose-throated Becard - Pachyramphus aglaiae
44 Loggerhead Shrike - Lanius ludovicianus
45 Slaty Vireo - Vireo brevipennis



46 Plumbeous Vireo - Vireo plumbeus



47 Hutton’s Vireo - Vireo huttoni
48 Golden Vireo - Vireo hypochryseus



49 Dwarf Jay - Cyanolyca nanus




50 Steller’s Jay - Cyanocitta stelleri
51 Western Scrub-Jay - Aphelocoma californica
52 Mexican Chickadee - Poecile sclateri
53 Bushtit - Psaltriparus minimus
54 White-breasted Nuthatch - Sitta carolinensis
55 Brown Creeper - Certhia americana
56 Canyon Wren - Catherpes mexicanus
57 House Wren - Troglodytes aedon
58 Bewick’s Wren - Thryomanes bewickii



59 Gray-barred Wren - Campylorhynchus megalopterus



60 Boucard’s Wren - Campylorhynchus jocosus




61 Brown-backed Solitaire - Myadestes occidentalis
62 Orange-billed Nightingale-Thrush - Catharus aurantiirostris
63 Russet Nightingale-Thrush - Catharus occidentalis
64 Ruddy-capped Nightingale-Thrush - Catharus frantzii
65 Black Thrush - Turdus infuscatus
66 Clay-colored Thrush - Turdus grayi



67 Rufous-backed Robin - Turdus rufopalliatus
68 American Robin - Turdus migratorius
69 Blue Mockingbird - Melanotis caerulescens



70 Curve-billed Thrasher - Toxostoma curvirostre




71 Ocellated Thrasher - Toxostoma ocellatum



72 Gray Silky-flycatcher - Ptiliogonys cinereus
73 Olive Warbler - Peucedramus taeniatus
74 Crescent-chested Warbler - Oreothlypis superciliosa



75 Rufous-capped Warbler - Basileuterus rufifrons



76 Golden-browed Warbler - Basileuterus belli
77 Red Warbler - Cardellina rubra



78 Painted Redstart - Myioborus pictus
79 Slate-throated Redstart - Myioborus miniatus
80 Cinnamon-bellied Flowerpiercer - Diglossa baritula
81 White-collared Seedeater - Sporophila torqueola



82 Chestnut-capped Brush-Finch - Arremon brunneinucha
83 White-naped Brush-Finch - Atlapetes albinucha
84 Rufous-capped Brush-Finch - Atlapetes pileatus



85 Collared Towhee - Pipilo ocai



86 Spotted Towhee - Pipilo maculatus
87 Rufous-crowned Sparrow - Aimophila ruficeps
88 Oaxaca Sparrow - Aimophila notosticta



89 White-throated Towhee - Melozone albicollis




90 Chipping Sparrow - Spizella passerina
91 Yellow-eyed Junco - Junco phaeonotus
92 Black-faced Grosbeak - Caryothraustes poliogaster
93 Black-headed Grosbeak - Pheucticus melanocephalus
94 Blue Grosbeak - Passerina caerulea



95 Great-tailed Grackle - Quiscalus mexicanus
96 Bronzed Cowbird - Molothrus aeneus
97 Brown-headed Cowbird - Molothrus ater
98 Black-vented Oriole - Icterus wagleri
99 Elegant Euphonia - Euphonia elegantissima
100 House Finch - Haemorhous mexicanus
101 Black-headed Siskin - Spinus notatus



102 Lesser Goldfinch - Spinus psaltria
103 House Sparrow - Passer domesticus


Matorral (y cuevas!) cerca de San Agustín Etla

Un camino muy porductivo en Monte Albán

el Señor Conejo de Monte Albán solicita que me calle

Cañadas sobre San Agustín Etla

Aquí andan las matracas y las charas, San Pablo Etla

Govenia sp. Orquidea terrestre en San Pablo Etla